Lleno de arapos su vestido y con la prueba del escaso baño que se daba; cada dia entraba, cada dia entraba por la puerta abierta de un templo, un hombre con solemne caminar;
y silencio se dirige al altar, despues de solo un minuto se retira;
al observarlo por muchos dias, el guardatemplo le pregunta:
"Hombre ¿que puede usted pedir en tan poco tiempo?",
"¿yo?, (contesta el hombre), le digo al Señor: Jesus soy Jaime".
Paso el tiempo y los años hicieron mella en su salud, internado en el tercer piso de un hospital,
platicaba con gran gozo y entusiasmo con el resto de los enfermos, de manera tal que llamo la atencion de medicos y enfermeras, queriendo saber el motivo de su felicidad:
"Hombre, ¿que le hace estar tan feliz en medio de tantas quejas?,
él apunta a una silla vacia que estaba junto a su cama;
-"Mi visitante" -dice
-"¿Cual visitante?"-
-"Jesus"-contesta;
La enfermera tomando en cuenta su condicion le pregunta,
-"¿Y que le dice?"-
-"Jaime soy Jesus"-(Correspondido)
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