viernes, 21 de marzo de 2008

EL TODOPODEROSO



Señor de los cielos que mueves los mundos que todo lo abarcas en tu inmensidad

a caso podría mi labio infecundo, cantar por los siglos tu eterna bondad?

¿Qué es en tu presencia, Dios omnipotente el hombre, su gloria, su vano esplendor?

si sus días pasan cual raudo torrente y se desvanecen cual débil vapor?

A si yo comprendo; que soy impotente y que mi existencia cual sombra se va,

permite Dios mio que incline mi frente ante tu grandeza ¡Oh Señor Jehová! otro año ya ostenta sus galas de rosa y altivo se acerca con paso veloz.

¡permite Dios mio que tu Faz Gloriosa alumbre mi senda y escuche tu voz!